Así se veía Diana Bracho de joven, nunca ocupó cirugías, su belleza era natural

La gran Diana Bracho jamás ocupó someterse a ningún arreglo estético, su encanto al natural y su talento siempre le abrieron las puertas para triunfar en la pantalla

Una de las grandes actrices que siguen demostrando su talento en la pantalla chica, es Diana Bracho, a sus 77 años sigue participando en proyectos exitosos y su público le sigue aplaudiendo, pero bien vale la pena recordarla como era en su juventud, cuando comenzaba a marcar huella en la farándula, así es como se veía la actriz, dejando claro que nunca ocupó cirugías estéticas para brillar, su belleza era natural.

Muchos la consideran maestra de la actuación en México, dejando plasmado su nombre en exitosas producciones como “Cuna de lobos”, “Fuego en la sangre”, “Pasión y poder”, “El derecho de nacer”, entre otros títulos más que adornan y respaldan su trayectoria, pero demos un vistazo al pasado, así es como se veía Diana Bracho de joven, ella nunca ocupó cirugías y su belleza era natural.

Diana Bracho sigue siendo una guapa histriona que es respetada y admirada en el mundo del espectáculo mexicano, pero en sus tiempos mozos era todavía más encantadora, una señorita que brillaba con su elegancia, su estilo y con su porte, jamás necesito enseñar de más o someterse al bisturí para destacar en los proyectos en los que le daban oportunidad de formar parte.

La actriz Diana Bracho Bordes nació el 12 de diciembre de 1944 en la Ciudad de México y desde muy pequeña estuvo en contacto con el mundo de la actuación, pues desde los 4 años comenzó a interpretar pequeños papeles en algunas cintas, posteriormente, en su juventud estudió Filosofía y Letras en Nueva York, donde empezó a participar en grupos de teatro experimental y más adelante viajó a Londres para perfeccionar su estilo.

El gran salto para Diana Bracho vino en 1973, año en el que debutó en la pantalla grande en “El castillo de la pureza”, su extraordinario trabajo le valió su primer premio Ariel, además de que en el mismo año ingresó al mundo de las telenovelas en “Mi primer amor”, de esta forma fue forjando una carrera exitosa en el cine y en la televisión, hasta llegar a ser la gran actriz que es hoy en día.

Diana Bracho desde muy joven no solo se destacó por su talento, también por esa gran belleza que poseía, una señorita con clase, con estilo, un toque de seriedad y misterio, su hermosura también llenaba las pantallas, y siempre natural, jamás se sometió a ninguna modificación de su rostro o de su figura, la silueta y la cara de la histriona se mantiene libre de bisturí hasta sus 77 años.

A diferencia de muchas actrices que se preocupan demasiado por su imagen y de lucir siempre jóvenes, la histriona de “Mi marido tiene familia”, es enemiga de las cirugías estéticas, ella con orgullo siempre defendió su figura y rostro al natural, y aceptó que los años pasan, por lo que las arrugas es algo normal y no se ha sentido en la necesidad de ocultarla.

En este medio no es fácil aceptar la edad, la decadencia física, pero te voy a decir una cosa, yo nunca trabajé de bonita, nunca me creí bonita, nunca me sentí bonita, eso ayuda mucho a que lo importante en la edad no son las arrugas, es qué proyectas
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En algunas entrevistas, Diana Bracho ha revelado que hay actrices que sí se someten a cirugías para darse una “restiradita” y así conseguir un buen papel en los proyectos melodramáticos, sin embargo, ella siempre se ha negado a hacerlo, y cree que eso le ha servido para que a su edad y con su trayectoria, sea muy respetada y solo su talento hable por sí solo.

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