La figura materna es considerada como el símbolo del amor, la comprensión, la seguridad, pero hay mamás que son muy poco amorosas, causando heridas en sus hijos
La figura materna es considerada como el símbolo de muchos aspectos positivos, el amor, la sinceridad, la bondad, el apoyo, la comprensión, el lugar seguro, pero también hay mamás que suelen ser muy poco amorosas y con esto dejan huella en los hijos, heridas devastadoras que los acompañan desde la infancia, hasta la edad adulta.
El vínculo entre una madre y sus hijos es considerado el más fuerte de todos, el que es capaz de resistir hasta en medio de las peores batallas y escenarios, pero no en todas las familias resulta de este modo, pues hay mamás poco amorosas que causan dolor con esa lejanía y frialdad, causan heridas que dejan huella en los niños de manera permanente.
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Las madres son capaces de dar la vida por sus hijos, de protegerlos con uñas y dientes cuando algún peligro los rodea, son cariñosas, son las que llenan de abrazos, de besos, de caricias, aunque no siempre es de esta forma, pues hay mamás que no son expresivas, que no demuestran afecto por sus pequeños, al contrario, los hacen sentir como una carga.
De acuerdo con Freud, el vínculo entre madre e hijo es tan fuerte que influye en las futuras relaciones de amor de los pequeños, es decir, la unión con la mujer que le dio la vida se toma inevitablemente de ejemplo como prototipo de las demás relaciones de amor en la edad adulta, por lo que el tener una madre poco amorosa, afecta desde la infancia, hasta años más tarde.
1. Dependencia afectiva: En la edad adulta, un individuo que vivió al lado de una madre poco amorosa, buscará dependerte emocionalmente de otra persona, cayendo así en relaciones nada sanas, llenas de toxicidad y en donde el amor verdadero no esté en ninguna parte, solo la necesidad de sentirse en brazos de alguien sin importar el trato que se le de.
2. Deseo de complacer a los demás: Un niño que crece con una madre poco amorosa, pensará que no merece el cariño porque no es alguien suficiente, así que se esforzará de más con tal de complacer y cumplir con lo que otros esperan solo para obtener el reconocimiento y obtener un poco de afecto, sin importarle sacrificar sus anhelos.
3. Búsqueda de parejas que se comporten igual a su madre: También en la vida adulta, los niños con una mamá poco afectiva, podrían buscar ese mismo patrón en una relación, buscar a una persona que los critique, que los juzgue, que los haga sentir menos o insuficientes, que les haga creer que no son merecedores de afecto y de atención.
4. Miedo al abandono: Crecer con una madre poco amorosa también les genera un miedo al abandono, a quedarse solos y sin respaldo de nadie, por eso es que prefieren esas migajas de cariño a quedarse sin nada, tienen una baja autoestima, por lo que consideran que no se merecen tanto amor, pero con que no los dejen a su suerte está bien.
5. Incapacidad para amar: Igual pueden convertirse en seres fríos y distantes como mamá lo fue con ellos, ser incapaces de mostrar sus sentimientos o emociones porque eso puede hacerlos sentir débiles o vulnerables, por lo tanto prefieren encerrarse en su mundo y no permitir que nadie se acerque demasiado como para crear un vínculo afectivo.
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