Ana Bertha Espín cuenta con una larga trayectoria en el medio de la farándula en México, de joven gozaba de una gran belleza y sin necesidad de cirugía plástica
Una de las estrellas de la televisión mexicana que ha regalado al público su talento por muchos años, es Ana Bertha Espín, la actriz sigue figurando en las telenovelas, pero abriremos el baúl de los recuerdos para ver cómo se veía de joven, sin necesidad de bisturí ni mucho maquillaje, tan solo le bastaba su sonrisa y elegancia para destacar.
Comenzó a abrirse camino en el espectáculo desde muy joven, así es como se veía en sus tiempos mozos Ana Bertha Espín, una mujer que jamás necesitó de bisturí ni de mucho maquillaje en el rostro para brillar, sus dotes actorales y su carisma la hicieron triunfar, y hoy por hoy mantiene un historial limpio en donde solo su trabajo ha hablado por ella.
Ana Bertha Espín Ocampo es una actriz de televisión, teatro y cine mexicano, su nombre se ha consolidado en importantes proyectos, aunque las diferentes generaciones la ubican en su papel de “Lorena” en la serie de televisión “Vecinos”, el cual hace desde el 2005, pero también ha actuado en melodramas que han hecho historia y han tenido enorme éxito.
Ana Bertha Espín cuenta con 63 años de edad y se mantiene activa como actriz, participando en varias telenovelas, y aunque es toda una dama respetable, que se viste elegante y que tiene el respecto y admiración de su público, de joven era todavía más hermosa y tenía muchos admiradores, pues era muy bella y natural, las cirugías estéticas no fueron una opción para ella.
En redes sociales circulan algunas fotografías del pasado de Ana Bertha Espín, en donde se le ve muy jovencita, delgada, pero no en los huesos, con su melena negra, larga, rizada y con una sonrisa en su rostro, tan solo con un make up muy básico, labial y máscara para pestañas, solo eso, en otras más aparece con su melena en corte bob, rubia y con las puntas hacia adentro.
Ella se adaptaba a los personajes que le daban, pero ya sea que luciera un corte bob o un corte XL, Ana Bertha se veía excepcional siempre, jamás ocupó de arreglitos que la hicieran ver más joven o con algunas partes de su silueta moldeadas por el bisturí, defendía su encanto natural y eso era algo que le reconocían sus fieles admiradores.
Desde muy joven, la histriona mostró talento e interés para las artes y durante sus tiempos de encanto, energía y juventud, se mudó a la Ciudad de México para estudiar literatura dramática y teatro en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, después siguió su preparación en la Academia Andrés Soler y comenzó su carrera profesional en los escenarios de la ciudad, con obras como “No es cordero que es cordera”.
A partir de ahí las puertas se le fueron abriendo gracias a su talento, belleza y gran carisma, después dio el gran salto a la televisión en melodramas como “La que no podía amar”, “Mi fortuna es amarte”, “Lo que la vida me robó”, “Amor real”, “La usurpadora”, por mencionar solo algunos proyectos de su amplia trayectoria artística.
A la actriz le siguen lloviendo los piropos aunque ya no cuente con la juventud, pero la clase y el estilo la siguen acompañando, y por supuesto el talento, ese mismo que la ha llevado a consolidarse como una de las actrices más queridas de México.
Leave a Reply